Una piedra cae en un estanque de reposadas aguas y, en el preciso momento en que impacta contra su superficie, comienzan a generarse ondas expansivas dibujando círculos concéntricos que se propagan y se hacen cada vez más grandes y más... y más ... Sólo fue un guijarro y todo ese cuerpo líquido bailó a su son una danza bella, modulada, graciosa, amable, armoniosa...


Un sueño cae en un mar de reposadas almas habitando un estanque de grises y desconcertados humanos y, en el preciso momento que acaricia sus corazones, comienza a abrir puertas detrás de las cuales aguarda encerrado el amor, liberándolo para que se exprese, se despliegue y tiña de infinitos colores vivificando tierra, agua, aire, fuego, convirtiéndose así realmente en la quintaesencia alquímica.


Sólo un sueño basta ...


Un sueño...





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